Dar con un buen jefe/jefa a estas alturas de la película es como encontrar una aguja en un pajar o quizá todo lo contrario porque cada uno tenemos nuestra propia experiencia…
Quizá las siguientes normas no escritas conformen un decálogo que nos ayude a distinguirlos:
- Paga bien y puntualmente a sus trabajadores. Aunque quede mal comenzar hablando de dinero… a muchos jefes se les olvida que al trabajo vamos exclusivamente por dinero. Es duro pero así es. Algunos jefes llevan tanto tiempo siendo jefes que deben pensar que los trabajadores no tenemos otra cosa mejor que hacer que ir a trabajar… y aunque no hablamos demasiado de nuestra vida privada… sí que las tenemos, pero somos conscientes de que hemos firmado un contrato y lo suficientemente responsables para respetarlo y entender que si nosotros vamos a trabajar puntualmente y realizamos correctamente nuestro trabajo nuestro salario debe alegrarnos la cuenta corriente todos los meses.
- Respeta el estatuto de los trabajadores y el convenio colectivo. Este es otro punto que en desgraciadamente flojea cada vez más… muchas veces por ignorancia y otras veces por exceso de cinismo. El estatuto de los trabajadores y el convenio colectivo están para respetarlos por ambas partes y es que desgraciadamente muchos trabajadores aún a sabiendas que determinadas prácticas son ilegales no las denuncian para conservar su puesto de trabajo. Y muchos jefes se aprovechan de la necesidad de sus trabajadores para cometer injusticias y ahorrarse dinero… Un buen jefe nunca lo haría ya que aplica la ley y el sentido común para que ninguna de las partes de vea perjudicada. Las cosas en ninguno de los casos se deben hacer porque “lo digo yo y punto”, que para eso están las leyes.
- Trabajar a su lado consiste en recibir una formación constante. Que gusto poder aprender, evolucionar, ampliar conocimientos y disfrutar en el trabajo. Para mí, la mejor de las garantías y el mejor de los regalos para seguir acudiendo al trabajo con motivación.
- Sabe dirigir y gestionar a su equipo. Un buen jefe es consciente de su capacidad de liderazgo y actúa en consecuencia tomando las decisiones que cree correctas en cada ocasión, haciéndose responsable de cada una de ellas. Además sabe rodearse de un equipo con el que se siente a gusto trabajando y se le nota.
- Sabe delegar funciones. Es evidente que nadie puede hacerse cargo de absolutamente todo en una empresa por eso es importante transmitir la información y filosofía corporativa a los trabajadores de tal manera que independientemente de la presencia o no del jefe, el trabajo sale adelante y el hecho de que el jefe no pueda estar presente en todas las tomas de decisiones no ralentice el trabajo ni el resultado final.
- Se siente orgulloso de sus trabajadores. Un buen jefe se siente orgulloso del trabajo de sus trabajadores y no tiene ningún problema en hacérselo saber. Todos necesitamos escuchar de vez en cuando que nuestro trabajo es importante y que gracias a nosotros el trabajo sale adelante.
- Es el primero en llegar y el último en echar el cierre. ¡Qué maravilla trabajar con un jefe que sea el primero en remangarse y ponerse manos a la obra! ¡El mejor de los ejemplos!
- No te molesta durante el fin de semana o las vacaciones. Algo fundamental. Los periodos de descanso son fundamentales para relajarnos y desconectar. Está comprobado que cuando menos pensemos en el trabajo mientras descansamos menos nos estresamos y más rendiremos cuando volvamos a incorporarnos… pero desgraciadamente cada vez son más los jefes que, gracias a la existencia de nuestros queridos smartphones, se empeñan en comentarnos vía whatsapp las últimas novedades durante el fin de semana, por la noche, e incluso cuando estamos de vacaciones… Esta práctica los buenos jefes no la llevan a cabo, es más les da vergüenza y apuro.
- Prima la producción respecto estricto horario laboral. Es verdad que nuestro contrato laboral estará estipulado en una serie de horas semanales y pensadas para producir una serie de tareas. En muchas ocasiones una vez que estos trabajos se han terminado exitosamente no se ven recompensados de ninguna manera… es decir, que al final lo mismo nos da hacerlas rápido o despacio… Los buenos jefes son aquellos que cuando el trabajo se realiza además de correctamente en menos tiempo te recompensan de alguna manera, saliendo antes del trabajo y haciendo que la flexibilidad horaria aparezca en escena y es que si podemos hacer el mismo trabajo en menos tiempo somos más productivos, pero para eso debemos estar también motivados.
- Tiene capacidad de ilusionar. Es la diferencia entre ir a trabajar motivado o no. Cuando un proyecto te apasiona, te ilusiona y te sientes parte de él estás encantado de aportar tu granito de arena y seguir remando para que todo funcione y en ese sentido es tu jefe quien tiene gran parte de responsabilidad y en hacerte sentir ilusionado.
Así que si tienes la suerte de encontrarte con un buen jefe aprovecha la oportunidad para disfrutar de la experiencia. Y si por el contrario eres un buen jefe ten presente siempre que un trabajador contento es un trabajador mucho más productivo.
Para todos, nunca dejéis de “recrearos”.